martes, 2 de agosto de 2011

Grabados, venta callejera y despedida de Granada

Cuando regresé a Granada desde Solentiname, retomé mi incipiente historia de amor con el linóleo. Tenía como objetivo hacer unos cuantos trabajos y tratar de venderlos para ayudarme con los gastos del viaje. Durante un par de semanas he pasado muchas horas en el taller y aquí os muestro algunas de las cosas que he hecho. Espero que os gusten; sed benevolentes, que estoy empezando. La primera prueba de fuego de vender en la calle ha ido bastante bien: en cinco días he vendido varios grabados y me he sacado 70 dólares, que en Nicaragua es un buen pico. Y sobre todo, estoy entusiasmada con la técnica y con ganas de seguir aprendiendo.
Los papeles sobre los que estampo son muy bonitos: unos están hechos de maiz, otros con pinzote de plátano, otros son de toalla reciclada... Los dos primeros se hacen en Malacatoya y los consigo en la Casa de los Tres Mundos, ese lugar increible en el que tanto he aprendido en tan poco tiempo. El de toalla lo hace la maravillosa gente del taller de gráfica de la Sirena, que por cierto también se ha volcado en ayudarme.
Hace dos días dejé Granada para colaborar en un proyecto de arte creador infantil que se desarrolla en Estelí; a ver qué tal.
En cuanto a Granada... todo mi cariño y mi agradecimiento a Mari, Cris y animalitas de la casa, Tony y demás pintores, Hamilton y resto de gente de la Sirena, tambien el perro Flanagan, artesanos/as de la Calzada, la gran Angela , la payasa flotante Sara, la dulce Lara, la alegre Vale y su chico Chris y toda la gente bonita con la que me he cruzado ultimamente. Ains, que sentimental me pongo :)
Ahí van las fotos...


La espera




 Madre



El descanso



Luna llena


Contigo


 El viento



 
 Caminantes


Tarjetas

 







Tony, mi profe de grabado







 
Ángela, amiga y compañera de "oficina"; con ella he compartido la mesa y la primera experiencia de venta callejera. El trabajo que hace ella son broches y adornos para el pelo en fieltro muy bonitos.



Nuestro parche. Muchas gracias a Filippo por ayudarnos a reconstruir la mesa plegable.